Está bien sentir lo que sientes.

Sentimientos. Nos encantan los buenos, y a veces tratamos de ocultar los demás. A veces nos regañan por sentir algo menos que el amor y la alegría … pero somos humanos, y necesitamos sentir lo que sentimos sin encerrarlos.
Es natural pasar por toda una gama de emociones.
Está bien sentir amor.
Está bien sentir tristeza.
Está bien sentir alegría.
Está bien sentir decepción.
Está bien sentir curiosidad.
Está bien sentir temor.
Está bien sentir asombro.
Está bien sentir ira.
Está bien sentir confianza.
Está bien sentir frustración.
Está bien sentir deseo.
Está bien sentirse neutral.
Está bien sentirse grande.
Está bien sentirse pequeño.
Está bien sentir … todo.
Intenta no aferrarte a ningún sentimiento que apague tu chispa interior, porque solo te devora por dentro y te hiere. Y ese dolor puede extenderse y herir a otras personas si no tienes cuidado, incluidos tus seres queridos. Necesitamos cuidar cómo expresamos algunos de esos sentimientos, porque si bien es hermoso compartir amor y éxtasis, no está bien descargarles enfado y esperar que estén bien con eso. El amor no se trata de ocultar emociones pesadas, sino de cómo las expresamos con nuestros seres queridos.
Pase lo que pase no te juzgues, siente lo que tengas que sentir pero intenta no arrollar a nadie en el proceso. Y si lo haces, rectifica en cuanto puedas. Restaura tu propia armonía emocional y en relación.
¿Dónde pasas la mayor parte de tu tiempo emocional?
¿Cuál es tu sentimiento principal (o grupo de sentimientos)? El verdadero, no el que sale bien en las fotos de redes sociales… háblate con sinceridad radical. Sólo entonces podrás hacer los cambios necesarios que te mantendrán en un estado emocional más estable y deseado.