A veces nos quedamos mirando el amor desde el «plano terrenal» de la practicalidad, cuando lo que se necesita es una perspectiva más elevada para dar sentido a ciertas cosas que están sucediendo. Llámalo la perspectiva del alma, o la perspectiva espiritual.
¿Quién soy yo para ti?
¿Quien eres tú para mi?
¿Cuál es el viaje espiritual conjunto?
¿Qué estamos aprendiendo a través de cada uno?
¿Estamos creciendo?
¿Cuál es el legado que estamos creando?
¿Hay un legado que estemos creando?
Comprender y nutrir estos aspectos ayudará a tener una perspectiva más elevada para honrar la relación entre los dos a nivel del alma.