Si siempre huyes del amor, cómo esperas mantenerlo?

Corredores. Los que quieren amor pero huyen cuando aparece. Suele pasar por miedo, inseguridad, falta de confianza (en uno mismo), una inconveniencia percibida. Heridas de relaciones pasadas o temas familiares no resueltos. Preocupaciones sobre el “qué dirán.” La mayoría de las veces, son «cosas» propias del corredor, aunque algunos (a veces) intentarán proyectarlas sobre otras personas.

Si eres quien sale huyendo, ¿qué necesitas para tener estabilidad emocional y confianza? ¿Te paras a pensar en cómo se siente tu persona cada vez que huyes?

Descubre lo que realmente está sucediendo dentro de ti y, si realmente quieres amor, haz lo que sea necesario para transformarlo. Primero para ti, para que dejes de lastimarte y sabotear lo que deseas, y luego para tu persona. De nada sirve decir que tienes miedos si no vas a resolverlos; puede que tengas que afrontar algunos a solas y otros juntos.

Si eres quien está viendo a tu ser querido huir, esto te puede arrancar el corazón; esperando con incertidumbre, preguntándote qué les ayudará a quedarse. «Sigues huyendo, sigo esperando, ¿ya terminaste? ¿Ya descubriste lo que realmente quieres? ¿Te quedarás dentro o te quedarás fuera?» Puedes terminar sintiéndote como un padre esperando a que su hijo adolescente vuelva a casa después de una noche de fiesta, para “hablar de esto». O puedes terminar sintiendo que está jugando contigo; dándote por sentado, o por imbécil. A veces es difícil saberlo, para seros sincera. Lo que no es difícil de saber es cómo te hace sentir que no puedes contar con esa persona para que se quede, y eso es difícil.

Lo mejor que puedes hacer es bendecirle, amarle desde la distancia y comprender que tal vez nunca vuelva o te diga lo que sucedió, porque el miedo y la indecisión (o algo/alguien más) le dominó. Es posible que tengas que sanar tu corazón a solas y dejarle ir.

O tal vez encuentre el coraje para decirte lo que realmente esté sucediendo y lidiar con ello de frente.

De cualquier manera, espero que cuides tu propio corazón, porque ese es el único del que nunca podrás escapar, da igual lo mucho que lo intentes.