Falsas creencias sobre el acoso escolar #1

«Si no pasa a menudo, no es acoso.»

Hay muchas falsas creencias sobre el acoso escolar que hacen más daño al perpetuar una visión limitada. Por eso es importante ir desbancándolas para poder abordar este tema de una manera más consciente.

La reiteración influye en las decisiones sobre si algo constituye acoso escolar o un conflicto relacional puntual, pero tampoco se puede aferrar uno a esas pautas. Alguien podría hacer rotaciones entre varios compañeros de clase o el colegio, y ya con una sola vez con varios alumnos sucesivamente ya habría un patrón de conducta, aunque fuera entre más miembros de un grupo o una clase en vez de uno/a en particular.

Pero hablemos de cuando esto lo vive un estudiante en particular, para simplificar. Para que se trate como acoso suelen tener que pasar al menos tres instancias de maltrato físico, verbal y/o psicológico. Pero no siempre ocurren dentro de un corto plazo, así que hay que indagar más allá en el tiempo ya que pueden haber ocurrido esas tres mínimas situaciones durante un tiempo más extendido, y eso entonces ya constituye un tema de acoso.

Ya sabemos que este tipo de situación nace de un desequilibrio de poder entre iguales. Y no siempre ocurre intensamente de golpe. Puede empezar sutilmente, como cuando alguien te pide el dedo, luego la mano, luego el antebrazo, y luego todo lo demás. Van tanteando limites y reacciones para ver hasta donde pueden llegar contigo. Pasa igual con el acoso escolar. Y por eso puede pasar desapercibido o parecer un conflicto relacional puntual, dado el espacio de tiempo que pueda transcurrir entre situaciones. Pero no lo es.

Quizás quien esté acosando esté pasando por malas rachas en el colegio y/o en casa, y saque su rabia con alguien que vea más vulnerable que él/ella. Por eso pueda acosar por «temporadas». Esto no justifica ni reduce la importancia de las acciones cuando sí transcurran. Sí indica la necesidad de que aprenda cómo gestionar sus emociones, actitudes y respeto hacia los demás.

Tampoco es solo el tiempo que influye, sino la intensidad de las acciones. Por eso hay que mirar este tema con una lupa, uno no debe quedarse en la superficie ni descartar detalles. Hay que indagar más a fondo en cada situación ocurrida.

Unos dirán que lo que haya pasado, queda en el pasado. Pero esa es una falta de respeto hacia quien haya vivido malos tratos verbales, psicológicos y/o físicos. Encima si necesitan ayuda para gestionar su autoestima como resultado de múltiples situaciones a lo largo del tiempo, y si estas han afectado negativamente en su rendimiento escolar. Pueden tener secuelas mayores si no se les da el apoyo adecuado.

Si uno intenta enterrar situaciones de acoso entre niños, se puede acabar enterrando el alma de al menos un niño o niña. Y no se merecen eso. Merecen ser escuchados, atendidos y apoyados para que tanto acosado como quien acose puedan tener la oportunidad de desarrollarse de forma sana.

Falsas creencias sobre el acoso escolar #1