Deja que llueva – nuestros deseos colectivos v. necesidades colectivas con respecto a la lluvia y cómo mejorarlos

Image by Gosia K. from Pixabay
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¿Alguna vez has entrado en una habitación, concierto, evento deportivo y sentido la energía colectiva? Si tu respuesta es sí, entonces entiendes el concepto de energía colectiva. Si no sentiste nada y no tienes interés en sentir cosas como esta, entonces esta publicación puede que no sea para ti.

Ahora recuerda, “colectivo” significa todos los individuos juntos. Esto te incluye a ti.

Vivo en el sur de España. A la mayoría de la gente le encanta estar aquí por el sol. Una de nuestras principales industrias es el turismo. El turismo en su mayor parte se basa en la venta de un lugar soleado, lo que significa que si llueve, la mayoría de la gente no querrá venir de visita o salir a gastar dinero. Lo que significa que la mayoría de las personas que viven de la industria del turismo también quieren sol para ganar dinero y vivir. Entonces la energía colectiva se enfoca en querer que salga el sol más que cualquier otra cosa.

Ya sea turismo internacional, personas que quieren llevar a sus hijos al parque, salir a tomarse unas tapitas en una terraza, la mayoría de los eventos deportivos y otras formas de entretenimiento, todas estas son experiencias al aire libre. La mayoría de la gente no tiene la costumbre de vestirse bien para ir de excursión o caminar por el parque cuando llueve. No tienen la paciencia para lidiar con niños embarrados y desordenados cuando llegan a casa después. No necesariamente todos tienen buenos hábitos en el hogar que fomentan las interacciones familiares (que no requieren un televisor, una tableta o un teléfono móvil). Así que estar afuera al sol es el deseo predominante.

La energía colectiva quiere sol, todo el tiempo. Esta es la «energía de la habitación» con la que estamos tratando.

Sin embargo, lo que el colectivo NECESITA es lluvia, durante más tiempo, aunque sin inundaciones que empeoren las cosas.

Necesitamos agua para las tierras de cultivo, para nuestros embalses, para los ríos, para los bosques para que no se quemen y para mantener la tierra misma a temperaturas más frescas. Para todos los parques y jardines que nos dan algo de aire limpio en las ciudades. Necesitamos lluvia, pura y simplemente. Lluvia. Ahora.

Los agricultores son una minoría que quiere la lluvia. Los amantes de la naturaleza también son parte de esta minoría, al menos aquellos que entienden las necesidades de la tierra para que la tierra pueda proveernos de una manera sana y saludable. Los animales y las plantas necesitan la lluvia. Nosotros, como humanos, necesitamos la lluvia para equilibrar también nuestro ecosistema interno. Demasiado calor no es saludable para nuestro estado de ánimo ya que el agua tiende a calmar el temperamento.

Demasiado fuego en el alma te quema por dentro y puede quemar tus relaciones, no solo con las personas sino con la vida misma.

No llover significa menos producto natural, menos producto natural significa tener que pagar más por productos importados o no tener ninguno. Así que si quieres comer algo decente este verano mientras te quejas de lo caro que está… deja de leer aquí. Sin embargo, si te gustaría considerar cómo puedes contribuir a cambiar esta situación para todos nosotros, sigue leyendo…

Los deseos colectivos son algo egoístas, porque el mundo en general se ha vuelto increíblemente egoísta. «¡Quiero lo que quiero ahora y si no me lo das, eres una mala persona!» Ya sabes, los típicos comportamientos molestos de un niño pequeño que aún no han asimilado el concepto de paciencia.

El reto es enchufar nuestra energía a las necesidades colectivas y anular esos deseos egoístas, para que todos podamos recibir la lluvia que realmente necesitamos. No solo en España, sino en cualquier otro lugar donde se necesite.

Cómo NO atraer a la lluvia:

Quejarse por la falta de lluvia nutre la energía de la carencia, la cual crea resistencia energética, por lo que la lluvia no puede llegar.

Compadecerse por la falta de lluvia y «la mala situación» también evita que la lluvia caiga.

Ver cómo ahorrar agua también genera una mentalidad de carencia, incluso si los intentos son honorables y útiles hasta cierto punto, porque todavía se enfoca enérgicamente en la carencia.

Desear que llueva «mañana, cuando haya hecho lo que quiero hacer hoy» evita que la lluvia caiga para TODOS.

La lluvia debería ser la preocupación inmediata de todos para el beneficio a corto y largo plazo de todos.

Necesitamos dejar de interferir con la naturaleza con aviones que nos bañan a nosotros y a la tierra con toxicidad. Necesitamos dejar que la naturaleza haga lo que la naturaleza hace mejor: mostrarnos y enseñarnos cómo estar en sintonía con ella y con nosotros mismos. Necesitamos soltar nuestra resistencia y simplemente dejar que llueva.

Entonces, ¿qué pasaría si todos pidiéramos lluvia, ahora? ¿Y no solo una vez, sino por un buen rato y pedirlo todos los días?

¿Qué pasa si dejamos de lado nuestros deseos egocéntricos y respetamos las necesidades colectivas, porque así todos nos beneficiamos de la lluvia?

Pedir que llueva significa cambiar la energía de la habitación que compartimos. Cada uno de nosotros, al hacerlo individualmente, crea una «energía de habitación» colectiva más fuerte, sin esperar a que alguien más lo haga y usando eso como excusa para no hacerlo nosotros mismos.

Cómo SÍ atraer a la lluvia:

Apreciando el agua que bebemos y con la que nos bañamos.
Apreciando la lluvia.

Apreciando las cosas que nos proporciona el agua.

Apreciando el olor a lluvia fresca en el aire.

Apreciando el olor de las flores que han florecido por el agua que reciben.

Apreciando el olor a tierra mojada mientras se empapa con el agua.

Agradeciendo los alimentos que tenemos que el agua nos ha proporcionado.

Apreciando a la lluvia como si estuviera cayendo ya.

Simplemente pidiendo a la lluvia que haga lo que se supone que debe hacer.

Aprendiendo a fluir con la vida en lugar de resistirla.

Cuando las personas se entusiasmen tanto con la lluvia como con el sol, tendremos una actitud colectiva mucho mejor y la capacidad de atraerla para nuestro mayor beneficio colectivo.

Pide lluvia, estés donde estés, por favor. Si tienes mucha, «pásala» a donde debe ir, donde pueda ayudar a las comunidades a vivir en la abundancia que proporciona el agua.

Una visualización de lluvia para hacer a solas o con amigos:

Imagina que te elevas por encima de la tierra para que puedas ver tu ciudad, país o el mundo entero. Imagina que tienes una gran manguera en la mano con una buena pistola de riego. Imagina que estás rociando agua sobre la tierra como si estuvieras regando cuidadosamente un jardín. Imagina la tierra dando un suspiro de gratitud y alivio, agradeciéndote por saciar su sed. Imagina las flores floreciendo y creciendo más rápido. Imagina la naturaleza en todas sus formas agradeciéndote. Imagina agricultores, amigos,  familiares y desconocidos agradeciéndote por preocuparte por ellos. Imagina esto, por ti, por mí, por todos nosotros.

Gracias.
Ahora deja que llueva…

PD: Este proyecto mundial logró reducir la violencia a través de meditaciones, así que la idea funciona.